Ayuntamiento
Podemos decir que este edificio ha sido una desdicha. En el Archivo Municipal (leg. 25, nº 4), obra escritura de ajuste y convenios que se hicieron con Pedro Arnedillo, así como las fianzas dadas por este, para la construcción de la casa municipal. Corría el año 1737. El edificio sería a base de ladrillo, yeso y piedra. La madera la pondría la villa. El caserón, situado en la Plaza Pública, fue ajustado el 21 de marzo del citado año. El remate se adordo diez díás después, en la misma plaza. La ostura base se fijó en doscientos cuarenta ducdos, aprovechándose además parte de los materiales de la casa del viejo Ayuntamiento.
En 1843 se le hacían reparaciones. La albañilería costó 502 reales fuertes. Prácticamente era transformada a fondo: escalera, tabiques, abrir ventanas a la plaza, reformar y retejar las cubiertas. La carpintería ascendia a 488 reales. En total las obras suponían 990 reales fuertes. También se habla de la sala de archivos y de dar seguridad a la cárcel. Los peritos, albañil y carpintero, señores José Antoñanzas y Sebastián Díaz, emitieron el dictamen de obras.
El edificio fue acondicionado en diversas partes a lo largo del tiempo hasta llegar a los años 30 en que se demolió parcialment, construyéndose sobre sus bajos y primera planta otro.
Aquella casa tuvo planta baja, primer piso y ático-vivienda. Ahora se reaprovecharía lo descrito erigiendo un nuevo edificio de planta rectangular, con una superficie de unos 11 metros por 10,30 contando con bajos, donde se ubicaron el hall, sala de calefacción, Policía Municipal, archivo, servicios, cárcel y sala de usos varios. En la primera planta se localizó el salón de plenos y los despachos del alcalde, secretario y oficinas. La segunda recogía una vivivienda a base de hall, comedor, habitación, cocina, tres dormitorios y baño. Remataba el edifición un ático con tres habitaciónes destinadas a desván.
A la altura de la primera planta se abría el balcón corrido principal que dba a la plaza y en la segunda otro balcón de iguales características en la misma orientación, más otros dos pequeños que caían a la calle San Miguel.
Si el edificio era bonito, el realce se lo dio la colocación en la fachada principal de un piñon con un amplio azulejo alegórico a los escudos de la villa y Navarra. Posteriormente, en 1975 se retocaría la cubierta.
En el año 1983 por informe del arquitecto Andrés Martínez Arrondo y técnicos de la Diputación se demolió el edificio como consecuencia de la cesión de los cimientos en el angulo izquiero de la fachada, la causa de tal desplome parece deberse a esfuerzos tangenciales producidos por el entramado de la entrcubierta de la obra llevada a cabo en 1975, junto con el fallo del firme.
Don Jesus Urrutia, arquitecto de Pamplona, emitió informe del estado y camino a segir. En el mismo lugar fue levantado otro edificio idéntico al que se derribo, recuperando incluso su forja y accesorios, así como todo el mosaico de la fachada.
La decisión de construirlo en el mismo lugar fue debatida en pleno y se acordó para evitar el empobrecimiento del casco antiguo y su contribución al despoblamiento, cosa que no se conseguió.